01. (...) Nadie podía detenerlos. Eran invencibles: ejecutaban su labor con maestría. Contagiaban el odio a los demás, condenaban a naciones enteras al exterminio. Todo alemán debía de haber vendido su alma al Diablo en la cuna. Ese era el origen de su poderío y de su fuerza.
02. Encuéntrate conmigo dentro de tu propio yo. (...) Pero tú me quieres tal como soy, aparte de ti... ¿No es eso? No te conozco aparte de mí. Cuando estoy solo, cuando tú no estás aquí, ya no eres algo real: después me limito a volver a imaginar.
03. La sensación de poder decidir el destino de muchas personas que uno ni siquiera conocía, era prodigiosa. No sabía con certeza si el placer dependía sólo de la noción de que disfrutaba del poder, o de su utilización.
04. No había palabras, dijo, para describir la angustia que experimentaban al ver a los niños que eran conducidos hacia los trenes que los llevarían a los hornos o a los espantosos campos especiales dispersos por todo el país.
05. A juicio de Lej, Ludmila pertenecía al reino pagano y primitivo de los pájaros y los bosques, donde todo era infinitamente abundante, montaraz, floreciente y regio en medio de su perpetua decadencia, muerte y renacimiento. Ilícita y enfrentada con el mundo humano.
06. Lo que quieres es conquistar el yo más íntimo de la mujer, que lo que pretendes es infundirle la necesidad, y el deseo, y la nostalgia de tu amor.
07. Muy pocas personas en la vida pública han tenido la valentía de no leer los periódicos. ¡Ninguno ha tenido el coraje de reconocerlo!
08. Estoy seguro de que hay aspectos de mi personalidad enterrados dentro de mí que saldrán a la superficie tan pronto como sepa que estoy totalmente enamorado.
09. ¿Te das cuenta de que uno de cada cuatro estadounidenses es desequilibrado? Piensa en tus tres amigos más cercanos. Si parecen normales, entonces eres el desequilibrado.
10. Hay un lugar más allá de las palabras donde la experiencia se produce primero y al que siempre quiero volver.
+ Frases de Experiencia enriquecedora
11. No hay ningún contador que pueda ajustar cuentas con la vida a favor nuestro.
12. El diario de un judío que trabajaba en la cámara de gas explica que "de un total de cien gitanos que morían diariamente en el campo, más de la mitad eran niños". Y otro trabajador judío describió cómo los guardias de las SS manoseaban despreocupadamente los órganos sexuales de todas las adolescentes que pasaban rumbo a las cámaras de gas.