Frases de Francisco Villaespesa - Página 2

01. En un beso muy largo y muy profundo nos bebimos las lágrimas del aire, y fueron nuestras vidas como un sueño y los minutos como eternidades...

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02. Por ti mares de sangre los hombres han llorado. El fuego de tus ojos al sacrilegio incita, y la eterna sonrisa de tu boca maldita de pálidos suicidas el infierno ha poblado.

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03. ¡El amor es más fuerte que la Muerte, y la Muerte más fuerte que el olvido!

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04. Y si fuera pintor, ¡con qué cuidado, con mi pincel, por el amor guiado, diluiría en la cándida vitela de un abanico tu sutil figura, entre el rosa fragante y la frescura de un florido paisaje de acuarela!

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05. La música se va... Tan sólo queda un perfume fugaz a carne y seda... ¿Quién tus encantos desnudó a la brisa?

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06. Igual que en un sepulcro me he encerrado en tu eterno recuerdo, y en él vivo, la frente entre las manos, pensativo, evocando las glorias del pasado.

+ Frases de Eterno


07. ¡Combatir es vivir! La luz sublime entre las sombras de la noche crece: ¡espada que en la lucha no se esgrime, colgada en la panoplia se enmohece!

+ Frases de Combatir


08. Conozco los secretos del alma del paisaje, y sé lo que entristece, y sé lo que consuela, y el viento traicionero y el bárbaro oleaje conocen la invencible firmeza de mi vela.

+ Frases de Vela


09. La ágil caricia de tus sedas era como una primavera perfumada...

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Jacinto Benavente Manuel Machado Ramón María del Valle Inclán

Francisco Villaespesa

Francisco Villaespesa
  • 14 de octubre de 1877
  • Laujar de Andarax, Almería, España
  • 9 de abril de 1936
  • Madrid, España

Periodista y escritor español, perteneciente a la Generación del 98 y gran amigo de Rubén Darío.

Sobre Francisco Villaespesa

Francisco Villaespesa fue un poeta más exterior que íntimo y junto con Salvador Rueda, fue uno de los primeros divulgadores del modernismo en la península.

Poeta bohemio y desigual, Francisco Villaespesa ha experimentado bruscas alternativas de una gloria espectacular y de un silencio indiferente.

Francisco Villaespesa fue, en un momento, el poeta más leído y admirado de España y América. Lo sensual, lo triste, lo febril, lo moroso y la tristeza tuvieron en Francisco Villaespesa un intérprete excepcional.

Murió ciego y en la mayor de las pobrezas.

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