01. Vanidad de vanidades, todo es vanidad.
02. Es maravilloso comenzar el día sabiendo que vas a dar una alegría a un alma en pena.
03. Lo malo de la educación moderna es que nunca se sabe hasta qué punto la gente es ignorante.
04. La mente del hombre no tiene estado legal. ¿Quién puede decir quién es más libre, yo o el inmortal emperador?
05. Podía decirle también que conocer y amar a otro ser humano, aunque sea uno solo, es la raíz de toda sabiduría.
06. ¡Cuántos corazones se aceleraban aún bajo delantales manchados de pintura al pensar en esta vida de actividad artística!
07. Por encima de todo el parloteo de su época y la nuestra, Elena hace una afirmación paladina. Y sólo en ésta yace la esperanza.
08. En cuanto a París, es una ciudad muy notable y tiene que soportar las etiquetas románticas que le imponen toda clase de personas.
09. La principal incapacidad de las tortugas como animales de carreras no estriba tanto en su lentitud como en su confuso sentido de la dirección.
10. He vivido con cuidado, me he abrigado de los vientos fríos, he comido con moderación los frutos de la temporada, he bebido buen clarete, dormido en mis propias sábanas; viviré mucho tiempo.
11. No es de extrañar que troyanos y griegos empuñen las armas por la princesa Helena, que respira el aire del alto Olimpo. Siéntate, niña querida; esta guerra no es tuya, sino de los Inmortales.
12. Cuando llegué a las líneas de la Compañía C, en la cima de la colina, me detuve y miré hacia el campamento, que empezaba a perfilarse claramente a mis pies bajo la neblina grisácea de la madrugada.