Frases de Charles Baudelaire
Los pensamientos fueron ordenadas por el año de publicación de sus obras.
- 1857. Las flores del mal
- 1860. Los paraísos artificiales
- 1862. Pequeños poemas en prosa
Las mejores frases de Charles Baudelaire
Las frases de Charles Baudelaire y su obra en general destacan por una visión sombría y maléfica, en gran parte por su vida bohemia y de excesos.
Las flores del mal (1857)
Colección de poemas que abarcan casi la totalidad de su producción poética desde 1840 hasta 1857 y es considerada una de las obras más importantes de la poesía moderna.
01. Cielo o infierno, ¿qué importa?
02. ¡Yo soy la herida y el cuchillo!
03. Es duro oficio el de ser bella mujer.
04. El arte es largo y el tiempo es corto.
05. ¡Hombre libre, siempre adorarás el mar!
06. El veneno del poder que enerva al déspota.
07. El gusano roerá tu piel como un remordimiento.
08. Tú me has dado tu barro y yo lo he convertido en oro.
09. No busques más mi corazón; las bestias lo han devorado.
10. ¡Dichoso aquél que puede con amor saludar su ocaso más glorioso que un ensueño!
11. En la jaula infame de nuestros vicios, ¡Hay uno más feo, más malo, más inmundo!
12. ¡Encanto profundo, mágico, con que nos embriaga en el presente el pasado revivido!
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Los paraísos artificiales (1860)
Tratado parcialmente filosófico y científico sobre la naturaleza, el uso y los efectos del hachís, que entonces procedía de Oriente y ofrecía ese aliciente romántico de exotismo y ebriedad.
01. Todo libertinaje perfecto requiere un ocio perfecto.
02. ¿Qué es el cerebro humano sino un palimpsesto inmenso y natural?
03. La mujer es el ser que proyecta la sombra más grande o la luz más intensa en nuestros sueños.
04. El hombre ha querido soñar y el sueño gobernará al hombre, pero ese sueño será el hijo de su padre.
05. El espíritu humano rebosa de pasiones; las tiene para dar y tomar, si he de servirme de otra expresión trivial.
06. El genio no es sino la infancia claramente formulada, dotada ahora de órganos viriles y potentes para poder expresarse.
07. Habéis arrojado vuestra personalidad a los cuatro vientos del cielo, y ahora se os hace difícil recogerla y concentrarla.
08. La mujer es fatalmente sugestiva; vive una vida distinta de la propia; vive espiritualmente en las fantasías que frecuenta y fecunda.
09. Pues lo mismo que de una droga temible, el ser humano goza del privilegio de poder obtener nuevos y sutiles placeres del dolor, la catástrofe y la fatalidad.
10. Había llegado por fortuna a la edad del trabajo y de las distracciones obligadas. Tuvo que ponerse el primer arnés de la vida y prepararse para los estudios clásicos.
11. ¡Ay! Los vicios del hombre, por muy llenos de horror que se los suponga, contienen la prueba ( ¡Aunque sólo sea por su expansión infinita! ) de su afición a lo infinito;
12. Prestáis desde luego al árbol vuestras propias pasiones, vuestros deseos o vuestra melancolía; sus gemidos y sus oscilaciones se hacen vuestros, y no tardáis en ser el árbol.
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Pequeños poemas en prosa (1862)
Obra también conocida como "El esplín de París", es una colección de 50 poemas con temas recurrentes en su obra: el tedio, la soledad, la cólera, la angustia existencial, el paso del tiempo y el deseo de infinito.
01. Una mirada experta nunca se engaña.
02. Un puerto es morada encantadora para un alma cansada de las luchas de la vida.
03. No hay placer más dulce que el de sorprender a un hombre dándole más de lo que espera.
04. El que no sabe poblar su soledad, tampoco sabe estar solo en una muchedumbre atareada.
05. Pero ¡Qué le importa la condenación eterna a quien halló en un segundo lo infinito del goce!
06. Esta vida es un hospital en el que cada enfermo está poseído por el deseo de cambiar de cama.
07. El estudio de la belleza es un duelo en que el artista da gritos de terror antes de caer vencido.
08. ¡Ya no hay minutos, ya no hay segundos! Desapareció el tiempo; reina la Eternidad, una eternidad de delicias.
09. Hay que estar siempre borracho...Pero ¿De qué? De vino, de poesía o de virtud, de lo que queráis. Pero embriagaos.
10. Todas esas fantasmagorías son casi tan bellas como los ojos de mi hermosa amada, la locuela monstruosa de ojos verdes.
11. Hay mujeres que inspiran deseos de vencerlas o de gozarlas; pero ésta infunde el deseo de morir lentamente ante sus ojos.
12. Te pareces al público, a quien nunca se ha de ofrecer perfumes delicados que le exasperen, sino basura cuidadosamente elegida.
Charles Baudelaire
Poeta y crítico francés, integrante de los "Poetas malditos" y autor de "Las flores del mal" (1857), "Los paraísos artificiales" (1860) y "Los pequeños poemas en prosa" (1869).
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