01. Se acostó en su cama, y se durmió tranquilamente, con el sueño no del justo sino del egoísta.
02. ¡Adiós! Nunca me olvides, y aquella estrella amiga siempre a tu mente diga que estoy pensando en ti...
03. (...) Sintió que su corazón se ensanchaba, y poniendo sobre él su mano, exclamó con acento conmovido: - ¡Qué dulce debe ser amar!
04. Mi caballo era ligero como la luz del lucero que corre al amanecer; cuando al galope partía al instante se veía en los espacios perder.
05. Hay dos momentos hermosos en la vida: el momento en que uno se separa de una persona que aborrece, y el momento en que vuelve a unirse con otra persona que quiere.
06. Los hombres grandes por sí mismos, que no trafican con la gloria, para quienes el mando es un deber, la lucha una noble tarea, y el sacrificio una verdadera religión.
07. Siendo Buenos Aires la única base posible de un gobierno general, el único centro de donde podría partir un impulso vigoroso y una inmensa masa de recursos puestos al servicio de la comunidad...
08. ¡Duerme! Mientras se despierte del alba con el lucero el vigilante tropero que repita tu cantar, y que de bosque en laguna, en el repente o la hierra, se alce por toda esta, tierra como un coro popular.
09. ¿Qué te importa, si en el mundo tu fama no se pregona, con la rústica corona del poeta popular? (...) ¿Qué te importa? ¡Si has vivido cantando cual la cigarra, al son de humilde guitarra bajo el ombú colosal!
10. En medio de tantas dificultades, el Congreso supo levantarse a la altura de la situación dando nueva vida a la Revolución y nuevo ser a la República por un acto vigoroso que hará honor a su memoria mientras el nombre argentino no desaparezca de la tierra.
11. Una traducción -cuando buena- es a su original lo que un cuadro copiado de la naturaleza animada, en que el pintor, por medio del artificio de las tintas de su paleta, procura darle el colorido de la vida, ya que no le es posible imprimirle su movimiento.
12. Clara, bella y perfumada, era una tarde serena, de esas tardes en que el cielo todas sus galas ostenta, en que la brisa y la flor nos hablan con voz secreta, en que las bellas inspiran, en que medita el poeta, en que el infame se esconde, en que el pueblo se recrea.